De Programa Estatal Contra la Contaminacio Electro-Magnetico
26 de enero de 2017
Press release below
Las organizaciones ciudadanas que integramos la “Coordinadora europea de organizaciones por una regulación de la exposición a los campos electromagnéticos (CEM) que realmente proteja la salud pública” () expresamos nuestro apoyo sin reservas a la carta de “No confianza” enviada por el Grupo de Trabajo BioInitiative el 19 de diciembre de 2016 al Proyecto Internacional CEM de la OMS, titulada “WHO RF EHC Core Group Membership is Unacceptable”, donde insta a la Organización Mundial de la Salud a realizar los cambios pertinentes de los miembros del Grupo principal de Criterios de Salud Ambiental (EHC) sobre radiofrecuencias (RF) de la OMS “que reflejen una composición y experiencia más justa que la de los miembros del Grupo de Trabajo del Centro Internacional de investigación sobre el Cáncer (IARC) de 2011”. Ver Anexo 1.
“Los estudios de animales recién publicados, llevados a cabo durante un período de 16 años por el Programa Nacional de Toxicología (NTP) del Instituto Nacional de las Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS) de EEUU, ahora reportan efectos carcinógenos claros de la exposición crónica a RF. En junio de 2016, el NTP documentó riesgos estadísticamente significativos para los cánceres del cerebro y del corazón, así como lesiones precancerosas en animales expuestos a RF, pero no en los animales de control. Ya tenemos disponibles resultados, tanto en humanos como los animales, para incorporar en la evaluación de los EHC sobre RF. Este importante esfuerzo sólo puede asegurarse con una composición más equilibrada de los participantes principales en el proceso. Además, los miembros deben incluir a países sub-representados como Rusia, China, India, Turquía e Irán, cuyas comunidades de investigación han producido la mayoría de los estudios sobre los efectos no térmicos de RF en los últimos años”.
El predominio de miembros de la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP) nos recuerda que esta organización se ha negado firmemente a aceptar nuevas evidencia de riesgos potenciales para la salud de los efectos no térmicos de la radiación de radiofrecuencia, de baja intensidad, a pesar de los recientes avances científicos en el conocimiento sobre el tema.
La ICNIRP no solo no es garantía de transparencia ni de independencia sino que son conocidos y denunciados los conflictos de interés en su seno. El hecho de que los miembros de dicha Organización incurran en diversos conflictos de interés, por estar relacionados con empresas interesadas en un tipo de desarrollo de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías, perjudica la imparcialidad que debe presidir la regulación de los límites de las radiaciones no ionizantes sobre las personas. Aunque es esencial que la industria participe y coopere en este proceso, no se debe permitir que pueda sesgar sus procedimientos o conclusiones. Ver Anexo 2, informe elaborado por AVAATE en junio de 2015 sobre estos conflictos de interés de la ICNIRP.
El llamamiento científico internacional sobre campos electromagnéticos, de más de 220 científicos de 41 países que han publicado artículos revisados por pares sobre los efectos biológicos o sobre la salud de las radiaciones no ionizantes, solicitó en 2015 a la OMS y a la ONU proteger a humanos y fauna de la exposición a dichos campos.
“Numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy por debajo de la mayoría de las directrices internacionales y nacionales. Los efectos incluyen el aumento de riesgo de cáncer, el estrés celular, el aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductor, déficits en el aprendizaje y la memoria, trastornos neurológicos y efectos negativos en el bienestar general de los seres humanos. El daño va más allá de la especie humana, ya que cada vez hay más evidencia de efectos nocivos tanto para las plantas como para los animales. Estos resultados justifican nuestro llamamiento a las Naciones Unidas (ONU) y a todos los Estados miembros del mundo, para estimular a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a ejercer un importante liderazgo en el fomento de la elaboración de directrices para los CEM que protejan a la población, a fomentar medidas de precaución, y a educar al público en general sobre los riesgos para la salud, especialmente para los niños y en el periodo de desarrollo fetal. En caso de no tomar medidas, la OMS está incumpliendo su cometido como organismo internacional preeminente de salud pública”. Ver Anexo 3 (llamamiento científico internacional) y Anexo 4 (listado de organizaciones que apoyan este llamamiento)
Desde las organizaciones sociales de la Coordinadora Europea incidimos en la necesidad de garantizar un alto nivel de transparencia, imparcialidad y criterios plurales de las evaluaciones de los expertos sobre los riesgos sanitarios de los campos electromagnéticos no ionizantes (CEM), en todos los niveles de decisión, en base a la normativa básica de la OMS (el punto 4.2 del Reglamento de los cuadros y comités de expertos, los puntos 2.6 y 4.6 del Reglamento de los grupos de estudio y grupos científicos, instituciones y otros mecanismos de colaboración, y los artículos 44-47 y 67 del Reglamento interior de la Asamblea mundial de la salud, así como en la línea de los puntos 8.5.7 y 8.5.8 de la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sobre los Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos sobre el medio ambiente, y del Convenio internacional de Aarhus sobre acceso a la información, participación pública en la toma de decisiones y acceso a la justicia en temas medioambientales (1998). La aplicación de estos principios garantizaría no sólo una membresía pluralista del Grupo principal EHC sobre RF de la OMS, sino también la presentación de interpretaciones científicas alternativas, los “puntos de vista” de la ciudadanía y la presencia de los grupos pertinentes involucrados en este tema.
La carta:
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A la prensa:
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